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| Jerónimo Emiliani, Santo |
Patrono de los huérfanos y de la juventud abandonada
Nació en Venecia en 1486, y como todo miembro de familia importante, siguió la carrera militar. En 1511 cayó prisionero en Castelnuovo mientras luchaba contra la Liga de Cambrai. Durante su cautiverio, recapacitó sobre su vida pasada, siendo liberado inesperadamente por la Virgen María. Fue entonces cuando sintió la llamada de convertirse a Cristo.
Diez años después hubo una gran carestía en toda la región y luego una epidemia de peste; por lo que Jerónimo decidió vender todo lo que tenía, incluso los muebles de su casa, y se dedicó a la asistencia de los apestados. Había que enterrar a los muertos. Pero también había que pensar en los vivos, sobre todo en los niños que habían perdido a sus padres.
En Venecia, Verona, Vicencia, así como Milán y Pavía, abre sus primeros orfelinatos para acoger y educar cristianamente a las multitudes de niños y jóvenes. Les enseña artes y oficios, para que se ganen la vida honradamente. Cura a los enfermos, entierra a los muertos, trabaja con los campesinos y en el momento de descanso aprovecha para enseñarles las verdades de la fe.
Entorno a él surge un numeroso grupo de colaboradores, muchos de los cuales deciden incluso compartir su modo de vida. Y nace así la Compañía de los servidores de los pobres, hoy llamados Padres Somascos.
Jerónimo muere en Somasca (Lecco, norte de Italia) el 8 de febrero de 1537, vencido por la peste contraída asistiendo a los enfermos.
Lar São Jerónimo 